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Noviembre, un mes en vía de extinción


Noviembre es un mes paradójico, nace con el final de la fiesta de Halloween y vive a la sombra del inicio de la navidad que cada año parece adelantarse. A medida que avanza el mes algunas emisoras de radio empiezan a colocar villancicos y la música tropical típica de las fiestas de diciembre. A esto se le suma que muchos establecimientos de comercio adornan de manera adelantada la navidad lo que contagia a que más personas lo hagan en sus casas y por eso no es raro encontrar viviendas decoradas desde el 1 de noviembre.


Además, existe la creencia popular que los productos en noviembre son más baratos porque las tiendas deben bajar rápidamente el stock para abrirle campo a los nuevos que llegan en diciembre. Mito que no es del todo cierto, pero que las tiendas a sabiendas de esto aprovechan para jugar con promociones que en ocasiones también repiten en diciembre, más sin embargo logran dinamizar el mercado y crean hábitos de consumo como es el caso de las personas que año tras año prefieren adelantar de manera parcial o total sus compras navideñas.


Aquí se puede evidenciar como el mercadeo y la publicidad logran ser factores de trasformación cultural, que si bien, estas acciones persiguen fines económicos logran su aceptación porque se identifica que las personas desean que se extienda la experiencia de la navidad, lo cual no es negativo. A parte que las personas tienen más tiempo para hacer sus compras navideñas, esta festividad se asocia como la temporada más alegre del año, que se acompaña con el compartir con los seres queridos, la preparación de recetas típicas, intercambiar regalos, disfrutar de las fiestas, revivir con nostalgia los recuerdos de las navidades pasadas y sobre todo reina un ambiente de positivismo. Las personas en general asumen que el fin de año significa el inicio de un ciclo nuevo y que a pesar de las dificultades actuales el próximo año será mejor.


Para contagiarse del espíritu navideño no se necesitan grandes sumas de dinero, el simple hecho de presenciar un ambiente diferente al del resto del año logra impactar gratamente el estado de animo de las personas y el compartir felicidad siempre será beneficioso para la sociedad y ese precisamente es uno de los fines que persigue la publicidad.


Esta ola no va a disminuir, la idea de adelantar el comienzo de la navidad a medida que trascurren los años se ira consolidando con más fuerza. Las personas disfrutan de estas festividades y las marcas buscaran la manera de sacarle provecho. Lo cual parece indicar que noviembre tiende a desaparecer y diciembre empieza a convertirse en un mes de 61 días.


Rodrigo Esteban Delgado A.

Editor, Copy Estándar

Info@CopyEstandar.com

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