El diciembre es típico oír historias fantásticas de Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, El Viejito Pascuero o como se le llame a este legendario personaje en distintas partes del mundo inspirado en: San Nicolás de Bari. Quien nació a finales del siglo II en la antigua ciudad de Licia (territorio que hoy pertenece a Turquía) y se crio en una familia adinerada. Pero a causa de la prematura muerte de sus padres, donó toda su riqueza a los enfermos y se mudó con su tío que era obispo de Mira. En su juventud se caracterizó por ser una persona bondadosa y años después heredaría el puesto de Obispo. Durante la invasión de los musulmanes a lo que hoy conocemos como Turquía, algunos fieles salvaguardaron sus restos mortales y los llevaron a Italia, lugar donde hay una basílica en su honor.
Alrededor de su imagen se fueron creando muchos mitos, algunos predicaban que hacía milagros curando enfermos, otros narraban que les daba oro a los pobres, pero sin duda alguna el que más tomo fuerza, dice que les daba regalos a los niños. Su historia se fue alimentando del voz a voz. Paso de vivir en Turquía a vivir en el Polo Norte y su legado llegó a los Estados Unidos, gracias a los inmigrantes holandeses que fundaron Nuevo Ámsterdam en el siglo XVII, ciudad que después adquiriría el nombre de Nueva York.
¿Pero todas estas transformaciones se dieron al azar? ¿Su traje rojo es para que lo puedan ver los aviones cuando viaja en su trineo por las nubes? ¿O es acaso este el color de la bandera del polo norte? Las respuestas a estos interrogantes son más estratégicas de lo que parecen y todo gracias a la publicidad.
En 1931, Coca Cola le propuso al pintor Haddon Sundblom crear un Papá Noel para su campaña navideña. Hasta entonces, la figura de San Nicolás se asemejaba a la estampa de un santo común. Un tipo flaco, pálido, con barca espesa y vestía un traje de obispo que no necesariamente era rojo. En la mayoría de sus imágenes predominaban las tonalidades de amarillo.
Sundblom se encargó de darle un toque más carismático, le dio vida a un personaje regordete de barba blanca brillante, con pinta de bonachón a quien todos quieren abrazar. Le puso cachetes colorados y una nariz pequeña para darle un toque más humano. Además, le agrego un traje rojo y blanco. Los colores corporativos de la marca. Cambio el sombrero rígido de los obispos por un gorro de pijama con una franja blanca y esponjosa que asemeja la espuma de la gaseosa.
Como si fuera poco, Papá Noel trae consigo una Coca Cola helada desde el polo norte, la temperatura perfecta en la que se debe consumir el producto.
Coca Cola, había podido incluir el logo en alguna parte del personaje, pero no lo hizo, optó por jugar con el meta lenguaje publicitario y con esto no solo le dio vida al embajador de la felicidad por excelencia de la marca. También creo al icono más emblemático de la navidad que trasciende fronteras y religiones.
Tal como dice el mercadólogo estadounidense Tom Fishburne: “el mejor marketing no parece marketing”. El golpe de Coca Cola fue certero, otras marcas han intentado hacer lo mismo, vistiendo a Papá Noel con sus colores corporativos, pero no ha funcionado. Esto le sucedió a Pepsi que creo uno azul, pero pasó con más pena que gloria.
Imaginarse una navidad sin ver un adorno de un Papá Noel, gordo y bonachón, vestido de rojo parece una tarea difícil. Ahora cada vez que usted vea uno, recordará que es una obra de Haddon Sundblom creado para una campaña publicitaria de Coca Cola.
Rodrigo Esteban Delgado A.
Editor, Copy Estándar
Fuentes
- Villegas S. (2014). Markitendencias: Papá Noel, una víctima de la publicidad. Barcelona,España. Gestión 2000. Pág. 69-71
- Redacción ACI Prensa. (2019). ACI Prensa: Hoy es fiesta de San Nicolás, patrono de los niños, marineros y viajeros. Perú. Recuperado de: https://bit.ly/2RTv4Em
- Plata O. (2018). El Espectador: La historia de Papá Noel. Bogotá Colombia. Recuperado de: https://bit.ly/2RREjEV
- Patxot R. (2014). Roastbrief: El ilustrador publicitario que inventó a Santa Claus. México. Recuperado de: https://bit.ly/36L9NB1
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