Seguramente a usted le habrá sucedido que ve un titular polémico y al abrir el artículo queda decepcionado porque el contenido no tenía nada que ver con lo que prometía.
Esta práctica se conoce como el clickbait, que en pocas palabras es un engaño que tiene como objetivo que las audiencias de las redes sociales de determinado portal terminen ingresando a su sitio web para alimentar las estadísticas de visitas. Unos de los actores más frecuentes de este método -por increíble que parezca- son los medios tradicionales que se han sustentado en el mundo digital mediante la pauta ofertada en sus sitios web y por ende en la cantidad de personas que ingresen a ellos.
La estrategia para implementar esto parece ser muy sencilla, consiste en brindar una información incompleta en un titular y se plantea resolverla al ingresar a la página web, pero la cuestión es que en la mayoría de los casos estas respuestas nunca están, porque el objetivo no se basa en el contenido si no en incrementar desesperadamente el número de visitas. Lo peligroso para la opinión pública es que muchas personas por razones como: no gastar los datos del celular o por simple pereza, no abren el contenido y se terminan creyendo algo que no es cierto, convirtiéndose de esta manera en víctimas de la desinformación.
El éxito efímero de esta práctica se ha logrado gracias a la proliferación de las fake news-también conocidas como noticias falsas -que se pegan del sensacionalismo y amarillismo que abunda en las redes sociales con el fin de cautivar incautos.
El clickbait a largo plazo terminará siendo contraproducente por diversos motivos, por ejemplo: ciertos usuarios pueden tomarle resistencia al medio que lo usa porque a nadie le gusta que le hagan perder el tiempo. Igualmente es posible llegar al punto que a muchas personas ya no les interese abrir los contenidos por el temor de encontrarse con información poco interesante. Incluso existe la teoría que los algoritmos de las redes sociales castigan con baja exposición a las cuentas que redireccionan constantemente a otros sitios web y tiene bastante lógica, puesto que poco les debe interesar a las redes sociales que su audiencia acabe visitando otros portales.
El mundo digital cambia continuamente y por esta razón las redes sociales ya no pueden ser analizadas como una extensión de los sitios web si no que deben ser entendidas cada una como un medio aparte, con sus características y objetivos propios. Asimismo, corresponden asumir los retos que este entorno plantea como la necesaria búsqueda de nuevas maneras de monetización porque las que funcionaban bien hace unos años ahora solo hacen parte de la historia.
Rodrigo Esteban Delgado A.
Editor, Copy Estándar
Fuentes
*Thiel Kristin, Avoiding Clickbait. Cavendish Scuares Publishing.Nueva York 2019. Pág.35-39
*Actualidad Panamericana. Cómo no fracasar en el mundo digital. Plan B. Bogotá 2019. Pág. 43, 179
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