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No, una película que todo publicista debería ver


se escucha que existe un documental o una película sobre la publicidad o el mercadeo. Lo primero que se nos viene a la cabeza es que se trata de una crítica hacia la manipulación de las masas, las falacias del mercadeo, la creación incesante de necesidades, la ambición del dinero o el tratamiento indebido de datos personales.


Ejemplos de estos casos hay por montones, como lo son: Nada Es Privado (2019), El Dilema de Las Redes Sociales (2020), Gracias Por Fumar (2005) y Hambre de Poder (2016).


Pero existen pocas películas dedicadas a mostrar como la publicidad aporto a un cambio social y una de ellas es ‘No’, dirigida por el chileno Pablo Larraín y protagonizada por el célebre actor mexicano, Gael García Bernal, quien personifica al publicista René Saavedra.



Imagen tomada de: filmaffinity.com

La trama nos sitúa en 1988, cuando el dictador Augusto Pinochet, fue presionado por la comunidad internacional a convocar un plebiscito para determinar de manera democrática su permanencia en el poder.


Lejos de ser una película como La Noche de los Lápices (1986), en donde se muestran las atrocidades de una dictadura, No, está centrada en la producción de la campaña publicitaria que desbanco a Pinochet del Trono.


En esa contienda política existieron dos bandos: los del Sí que deseaban la continuidad del régimen militar y los del No que buscan un cambio. Para dar una sensación de imparcialidad, a cada una se le otorgó un espacio de 15 minutos todos los días para comunicarse con la audiencia por televisión nacional.


René Saavedra, es convenido por la oposición para crear la estrategia de comunicación, pero se encuentra con un completo desorden. Había 17 partidos políticos que buscaban unificar una voz, en donde muchos de ellos ni siquiera deseaban participar, por creer que todo era un show de la dictadura. Contrario a esto planteaban hacer un llamado a la abstención del voto.


Los del Sí, por su parte centraron en los pilares que le llegaban al corazón de sus adeptos: el crecimiento económico, la sensación de seguridad ganada con la dictadura y el miedo infundado hacia los partidos de izquierda que se había agudizado con los matices de la guerra fría.


El plan inicial de la facción del No, era utilizar esos 15 minutos para mostrar todos los actos de violencia que generaba la dictadura, junto con unos discursos políticos. Saavedra los convence de hacer algo innovador para el marketing político latinoamericano. Realizar una campaña política como si se tratará de vender un producto.


En vez de exponer las cosas negativas que ya a grandes voces se conocían, optó por mostrar cómo se vería Chile sin la dictadura. Enmarco la campaña con el concepto de la alegría y creo un jingle que se convirtió en el lema publicitario: “Chile la alegría ya viene”. Utilizó los 15 minutos para generar contenido de interés para la audiencia -lo que hoy se conoce como inbound marketing-. Además, uso tácticas de marketing influencer para apoyar el mensaje. Invitó artistas de talla internacional como: Jane Fonda, Christopher Reeves y Richard Dreyfuss.


Los contrastes entre las dos campañas eran evidentes. Mientras la del Sí era un bloque gris típico de un partido político. La del No, era colorida, llamaba la atención y esto permitió que ante todas las adversidades el mensaje llegará a la audiencia.


Esta es una película que deberían de ver todos los apasionados por la publicidad y el mercadeo. Si bien, No, fue estrenada en el 2012, ya se encuentra disponible en Prime Video y el próximo 20 de marzo llega a Netflix.


Rodrigo Esteban Delgado A.

Editor, Copy Estándar

info@CopyEstandar.com

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