Recientemente a sus 88 años de edad, dejó este mundo terrenal Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, quien a los inicios de su carrera fue dibujante publicitario en 1961 y terminó por convertirse en el caricaturista de habla hispana más importante de la historia.
Su pasión por el dibujo le surgió desde muy niño, cuando su tío, el pintor Salvador Lavado, para distraerlos a sus hermanos y a él, les regalaba pequeñas ilustraciones. Esto lo dejó fascinado, al punto que soñó con convertirse en viñetista y se animó a estudiar Bellas Artes en la Universidad de Cuyo de Argentina. A pesar de esto no se graduó, pero logró adquirir los conceptos básicos.
El detonador que lo llevó a consolidarse como un gran caricaturista, se dio por un golpe de suerte, o más bien, por ese tipo de cosas que parecen malas, pero terminan siendo muy buenas.
A Quino, le encargaron una propuesta para promocionar en 1962, la nueva línea de lavadoras y neveras de la marca Mansfield. A él se le ocurrió hacer unas tiras cómicas para los periódicos en donde se mostraba a una familia usando los productos. Precisamente de la pronunciación fonética de la marca es que nace el nombre de Mafalda.
Pero como pasa con muchos genios, en un principio su obra maestra fue rechazada. En esta ocasión porque su propuesta no parecía publicidad. Sin pensarlo, estaba siendo un precursor del product placement y del inbound marketing cuando ni siquiera existían los nombres de estos conceptos.
Mafalda, quedó exiliada dentro de su portafolio hasta 1964 cuando logró liberarla, gracias a un espacio que le consiguió su esposa, Alicia Colombo, en el periódico bonaerense Primera plana. Ya no estaba atada a la marca comercial y ahora podía ser más auténtica. De esta manera, se le daría vida a la tira cómica más exitosa de habla hispana, representada por aquella niña que decía lo que pensaba sin importarle las consecuencias. El mismo Quino decía, que, si hubiera sido real, habría muerto a manos de la dictadura argentina. A pesar de lo polémica que fue en sus inicios, muchos medios se peleaban por tenerlas en sus páginas y no en vano ha logrado ser traducida a más de 30 idiomas.
Su acidez con que veía la realidad, fue matizada con características humanas como su amor por The Beatles y el odio por la sopa. Repentinamente dio el salto de los periódicos a los libros y de ahí llegó al cine. Pero como en las historias no todo es color de rosa, con el largometraje surgió una polémica entre los aficionados. A muchos no les gusto la voz de Mafalda, cada uno tenía en su mente idealizada su propia manera como ella hablaba. Por esta razón Quino tomó la decisión, que, de ahí en adelante, cualquier nuevo video sería con el formato de escenas mudas.
En 1973, nueve años después de su inicio, cuando ya había ilustrado 1.928 historietas, Quino decidió no dibujar más a Mafalda, porque considero que la entrega diaria al periódico lo había agotado y le estaba ocasionando bloqueos creativos. Sentía que ya no podía mantener la calidad y resolvió suspender la producción antes que perjudicar la marca que con tanto esmero se había encargado de construir.
A pesar de las insistencias, nunca más volvió a elaborarla a gran escala, solo lo hacía para promotores de campañas sociales como: Unicef, la Liga para la Salud Mundial y Ley Orgánica Española del Derecho a la Educación.
Lamentablemente, Mafalda también ha sido víctima de las fake news, como es el caso una campaña antiabortista en Argentina que modificó el dialogo de sus viñetas para hacerla parecer que estaba a favor de su causa cuando no era cierto.
El fin de Mafalda no terminó la historia. Quino le apostó a un proyecto más ambicioso, promocionar su propia marca personal. Bajo su nombre artístico empezó a realizar caricaturas cargadas de humor satírico, que le sirvieron de fortín para hacer crítica social, a todo lo que representa poder y opresión. Ni la publicidad se salvó de su lápiz.
Además, bajo este formato realizó varios libros entre los que se destacan: Potentes, Prepotentes e Impotentes; Quinoterapia; Déjeme Inventar; Gente En Su Sitio; Qué Presente Impresentable; Yo No Fui y también ilustró otros tantos como: El Adulterio Considerado Como Una De Las Bellas Artes escrito por Daniel Samper Pizano.
Esta travesía culminó en el 2006, a causa de los problemas de visión de Quino, pero no dejo de tener apariciones ocasionales en eventos públicos, como en la ceremonia en donde fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias en el 2014.
En la industria del entretenimiento, los personajes que están tan vinculados a sus creadores, cuando estos mueren se llevan muchos secretos a la tumba que inquietan y fascinan a los fanáticos. Sucedió con Stan Lee y varios personajes de Marvel. De la misma manera pasó con Roberto Gómez Bolaños quien dejo muchas dudas sin respuestas sobre El Chavo del 8, de quien no se conoce ni su nombre real y Mafalda no fue la excepción a la regla. Nunca se supo cuál era su apellido, se conoció el nombre de su madre, pero el de su padre jamás se mencionó. Estas intrigas por insignificantes que parezcan son las que se encargan de mantener vivas las historias y producen que de vez en cuando vuelvan a ser tema de conversación. Rodrigo Esteban Delgado A. Editor, Copy Estándar info@CopyEstandar.com
Bibliografía
-J. Salvado. Quino una autobiografía. Sito oficial de Quino: Argentina. Recuperado de: https://bit.ly/34g0oBD
-Grujelmo A. (2020). Muere Quino, creador de Mafalda y el dibujante más internacional del idioma español. El País: España. Recuperado de: https://bit.ly/36lyqqR
-Redacción de El País y Agencias. (1 de octubre de 2020). Paren el mundo, Quino se baja. El País, Colombia, pp. B1.
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